El cooperativismo es el resultado de un largo proceso histórico en el cual el hombre ha demostrado su espíritu asociativo y solidario, generando diversas formas de organización social y económica que teniendo como base la cooperación, persiguen la realización de la justicia y la igualdad a través de la acción económica y la promoción humana.
La primera Cooperativa propiamente dicha surgió en Rochdale Inglaterra en el año 1844, esta fue formada por 28 trabajadores de una fábrica en la población de Rochdale.
Los obreros pidieron a la fábrica mejoramiento de los salarios y mejor trato por parte de los patronos; se comprometieron en una huelga y los patronos no solamente no atendieron a los requerimientos de los obreros, sino que los despidieron sin pago de prestaciones.
La necesidad los obligó a pensar en sus problemas; se reunieron muchas veces durante el año para encontrar la solución al problema de su desocupación, proponiéndose organizarse para unificar sus fuerzas, sus recursos y defender sus intereses. A casi 50 años esa experiencia es continuada en nuestra ciudad.
El cooperativismo en la Argentina
En la Argentina las primeras iniciativas estuvieron vinculadas al cooperativismo de consumo, como la Sociedad Cooperativa de Producción y Consumo de Buenos Aires (1875), o El Hogar Obrero (1905).
El cooperativismo de vivienda tendrá un origen fuertemente asociado a este cooperativismo de consumo. De hecho, El Hogar Obrero era una cooperativa de Consumo, Edificación y Crédito.
El cooperativismo de crédito también se encontró entre las primeras modalidades, dando origen, por ejemplo, al Banco Popular Argentino (1887), y más adelante a las cajas rurales y a las cajas de crédito, que tendrán su apogeo en los años 60.
Otra modalidad pionera fue el cooperativismo de seguro, cuya primera entidad fue la Sociedad Cooperativa de Seguros El Progreso Agrícola, de Pigüé, Provincia de Buenos Aires (1898).
El cooperativismo de servicios públicos fue de más reciente surgimiento, con sus primeros pasos en 1926, con la constitución de la Sociedad Cooperativa de Luz y Fuerza Eléctrica de Punta Alta, y la Cooperativa de San Genaro, en el caso de la telefonía, en 1959.
El Cooperativismo en Pergamino
Entre los antecedentes pre-sindicales se encuentran las sociedades cooperativistas. En Pergamino la primera de ella fue la Sociedad Cooperativa para el Abasto de la Carne que comenzó a funcionar el 15 de septiembre de 1890; la segunda organización fue el gremio de los lecheros en 1894. Tuvo su formación entre los tamberos Domingo Escarain, Juan Zavala, José Egurrola, Francisco Díaz, Clemente Lascurrain, Gregorio Iraola, Gabriel Zalarico. En este año el periódico El Imparcial, expresaba en su editorial el panorama social que invitaba a llevar adelante experiencias como esta cooperativa:
"El estado actual de las cosas, triste es decirlo, pero es la verdad que marchamos al abismo.
La lucha diaria por la vida absorbe completamente a las personas que deben preocuparse por su mínimo sustento en la mayoría de los casos y en acumular dinero en unos pocos casos".
La Cooperativa de carreros
La tercera organización fue la Cooperativa de Carreros en 1898
"La Unión Pergaminense" que se constituyó principalmente para fijar el precio de los fletes y para enfrentar de manera conjunta ese peligro amenazante que era el tren. El mismo había llegado a Pergamino en 1882 y desplazaba abruptamente a este viejo sistema de transporte.
Esta Cooperativa estuvo formada desde su inicio por los carreros: Manuel Castro, presidente; Félix Bonifay, vicepresidente; Ramón Catalá, tesorero; Pedro Antonio Belrobi, secretario; Pedro Videla, prosecretario; Claudio Díaz, Nicolás Castañares, Agustín Rivera, vocales. Participaban de la Cooperativa entre otros carreros: José Chavero, Francisco Francisconi, Francisco Romero, Norberto Ferreyra, Alfonso Moyano, Jesús Fernández, Jacinto Olmedo, Pedro Alazolo, Norberto Ferreyra.
Entre sus principales objetivos se encontraba la ayuda mutua y la necesidad de una unión para unificar los precios de los fletes. Justamente, esta será la causa principal que los decide en junio de 1900, en una asamblea extraordinaria, llevar adelante una huelga.
Una cooperativa en la primera huelga
El motivo principal que movilizó a este gremio a concretar lo que consideramos la primera medida de fuerza en Pergamino, fue el no cumplimiento de las pautas que se habían establecido con los acopiadores sobre el pago de fletes. Es decir, que fue una huelga que tenía como único objetivo la reivindicación económica. Es lo que se conoce como la fase inicial de lucha: sólo el aumento de salario. Todavía no interesaba la jornada de trabajo, ni otros beneficios; Y muchos menos quebrar el sistema de explotación imperante.
En esta huelga general que se extendió a lo largo de dos semanas en el mes de junio se puede observar la dinámica del engranaje social cuando se modifica aunque sea levemente la trama de los intereses.
Desde diferentes puntos puede examinarse claramente como la sociedad en su totalidad está estructurada para defenderse de este tipo de acción. La contemplamos en la posición que van a tener dos periódicos pergaminenses: El Imparcial, cuyas páginas las podemos definir como oficialista y El Heraldo que lo rotulamos dentro del sector progresista. En un principio los dos adoptarán una posición de defensa sobre los auténticos derechos reclamados por los huelguistas, pero esa posición se hará endeble al transcurrir de los días, ya que perjudican visiblemente no sólo a los acopiadores sino a todo el engranaje social, tocando los intereses del comerciante, quien no puede dar el aviso publicitario al periódico, que a su vez viéndose perjudicados no dudaran en ponerse a favor de los patrones.
La Edilicia y la Cooperativa Eléctrica
Son numerosas las cooperativas que existieron a lo largo de la historia de Pergamino. De manera arbitraria señalamos a La Edilicia, considera como la primera en la Argentina que estuviera dedicada al trabajo. Fue fundada en 1928 y estuvo dedicada a la construcción y fábricaa de ladrillos y mosaicos propios.
Y luego debemos decir que escribió y sigue escribiendo una interesante página de nuestra historia la Cooperativa Eléctrica que fuera fundada en 1934.
Estas cooperativas de nuestra ciudad demuestran que son una alternativa válida al capitalismo salvaje y seguramente esta es la razón por la cual debió enfrentar el cooperativismo las duras circunstancias que implica sobrevivir practicando la democracia en el marco de las dictaduras militares.
Tampoco fue sencillo sobrellevar los años del neoliberalismo, que terminó con la vida de instituciones centenarias y paradigmáticas del cooperativismo argentino. En la actualidad siguen vivos los valores que le dieron vida aunque son visibles los vicios y taras adquiridos en los noventas para poder sobrevivir.
Por RAFAEL RESTAINO