17/09/2016
El ex comisario, quien durante años se presentó como un experto en seguridad que denunciaba las irregularidades cometidas por las cúpulas de la Bonaerense, estaba purgando una condena a 15 años de prisión impuesta por el Tribunal Oral Nº 1 de La Plata por delitos de lesa humanidad cometidos en Junín.
El ex comisario juninense de la policía bonaerense Edgardo Antonio Mastandrea, de 69 años, que estaba detenido por graves violaciones a los derechos humanos, murió el miércoles 27 de julio del corriente año, luego de la amputación de sus piernas como consecuencia de la diabetes que padecía.
Mastandrea permanecía alojado en el pabellón 19 del Penal Federal de Marcos Paz, tras la pena que recibió en febrero de 2015, cuando se lo sentenció a 15 años de prisión luego de que el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 1 de La Plata que lo juzgó lo encontrara culpable de delitos de lesa humanidad cometidos en Junín durante última dictadura cívico militar.
El otrora asesor de la Coalición Cívica ARI, de Lilita Carrió, quien también supo vincularse a organismos de derechos humanos y partidos políticos de centro-izquierda, como la UCR y el FREPASO, fue un activo participante del circuito represivo local, hechos juzgados el año pasado y por los cuales también recibieron condenas Angel Gómez Pola y Abel Oscar Bracken (perpetua); Francisco Manzanares y Antonio Chiachietta (25 años de cárcel); Miguel Angel Almirón y Julio Angel Esterlich (18 años). Los represores estuvieron bajo las órdenes del Primer Cuerpo del Ejército que entonces comandaba el general genocida Guillermo Suárez Mason, por eso el caso formó parte de la megacausa del Primer Cuerpo, que fue instruida por el hoy cuestionado juez federal Daniel Rafecas.
Edgardo Antonio Mastandrea también fue juzgado y condenado a 20 años de cárcel en San Nicolás, en la megacausa “Saint Amant II”, que investigó los delitos de lesa humanidad perpetrados en el área de Pergamino. El ex oficial de la bonaerense fue denunciado en 2007 por José María Budassi, ex alumno del colegio Don Bosco de San Nicolás, quien fuera secuestrado junto a un grupo de estudiantes de esa institución educativa.
Budassi hizo públicos los antecedentes de Mastandrea cuando este se desempeñaba “como asesor en seguridad” en la campaña presidencial de la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, quien rápidamente se despegó del sospechoso.
“Lo que hacía Mastandrea era participar de los interrogatorios, en los cuales había tormentos. Después armaba los sumarios en la comisaría de Junín, donde entonces era oficial inspector. En base a esos documentos, a los detenidos nos blanqueaban y nos pasaban a los Consejos de Guerra”, explicó el sobreviviente.
El juez de federal de San Nicolás Carlos Villafuerte Ruzo citó al denunciado a indagatoria; lo procesó y más tarde le concedió la excarcelación, sin embargo, organismos de derechos humanos de Junín aportaron nuevas evidencias en contra del ex policía. Tres años después, y en base a esas denuncias, el juez Daniel Rafecas ordenó la detención de Mastandrea por su participación en el centro clandestino de la Comisaría de Junín, como parte de la megacausa del Primer Cuerpo de Ejército, juzgada entre fines de 2015 y principios de 2015.
Mientras ascendía en el escalafón de la fuerza, Mastandrea cursó la carrera de derecho y se recibió a finales de los '70 de abogado.
Trabajó como jefe de una división de combate al narcotráfico con sede en Berazategui, pero con la llegada de Pedro Klodczyk a la jefatura bonaerense, durante la gestión de Eduardo Duhalde como gobernador, Mastandera resultó desplazado de la fuerza, acusado de cobrarle protección a una red de casinos clandestinos que funcionaba en La Plata.
Comenzó entonces a desfilar por los medios y a presentarse en programas en los que se tocaba el tema de la inseguridad y la corrupción policial. En esos espacios se mostraba como experto en la materia, al definirse partidario de “una policía profesional, garantista y democrática”.
En paralelo, actuaba como abogado e impulsaba la conformación de los “sin gorra”, un grupo de efectivos exonerados que pretendían conformar un sindicato policial.
El periodista Ricardo Ragendorfer, autor junto a Carlos Dutil del libro “La Bonaerense”, cuenta que a fines de los ’90 trató a Mastandrea en varias oportunidades, y entonces, el antiguo oficial “se mostraba como una suerte de capitán Dreyfus de la fuerza policial más grande del país”.
“Traté a Mastandrea en varias ocasiones y parecía un crítico convencido de la gestión de Klodczyk y de la plana mayor de la bonaerense. Daba el perfil de un policía bueno”, evoca Ragendorfer. Y al respecto, aportó una anécdota: “Recuerdo que una vez estuve con Mastadrea y el comisario Mario Naldi en un programa de TV, en el que se tocó el tema de la participación de la Bonaerense en el terrorismo de estado. ‘Nunca tuve ninguna causa’, repetía Naldi mientras miraba de reojo a su antiguo camarada”.
Fallo del TOC Nº 1
de La Plata (2015)
“Por unanimidad, condenando a Edgardo Antonio Mastandrea, de las demás condiciones personales consignadas en el exordio, a la pena de quince (15) años de prisión, inhabilitación absoluta por el tiempo de la condena, y demás accesorias legales, y al pago de las costas del proceso, por su complicidad en el genocidio perpetrado durante la última dictadura cívico-militar (1976-1983) al intervenir en la lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo y en el sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que han acarreado su destrucción física, total o parcial, mediante la comisión en calidad de coautor del delito de privación ilegítima de la libertad cometida por un funcionario público en abuso de sus funciones, agravada por haberse perpetrado con violencias o amenazas y aplicación de tormentos por parte de un funcionario público a los presos que guarde, agravada por ser la víctima un perseguido político en perjuicio de Rubén Pío Soberano, Ana María Rinaldi, Normando Federico Di Sábato, Alberto Pedro Silva, Graciela Raquel Ciappesoni de Pajoni, Víctor Edmundo Pajoni, Armando Antonio Álvarez, Horacio Roberto Arce, Digna Imelde Sans, Ariel Nelson De Siervo, Ricardo Luis Vega, Héctor Vega, Benito Gorgonio De Miguel, Rubén Américo Liggera y Juan José Martín, todos los casos en concurso real entre sí, habiendo ellos transcurrido su cautiverio en Centros Clandestinos de Detención del Circuito represivo de Junín”.