Don HECTOR NINONA en el GP de CAPITAN SARMIENTO de la APTCH - homenaje a CARLOS PAIRETTI. |
Su realización no fue sencilla dado que el modelo de inspiración era una vieja foto amarillenta , pero la determinación de don Arcadio logró que después de muchos planos realizados a modo de prueba se pudiera llegar a cumplir su sueño inaugurando la instalación el 17 de diciembre de 1981. El constructor de la Casa Auto fue Marcelo Peresón, que recordó cómo fue convocado en 1980 para la concreción del viejo anhelo que tenía Arcadio Ninona. “Me vio haciendo una obra bastante rara y me dijo: ‘Pibe, vos me vas a hacer una casa con forma de auto de carrera’. No podía creer lo que me estaba diciendo, tenía 26 años, era contratista de obra y él me continuó insistiendo con la Casa Auto y yo no entendía nada. Le comenté que trabajaba en albañilería y los fines de semana de mozo, además le dije que no sabía trabajar con chapa y me respondió: ‘La casa la vamos a hacer de material’ y me confundió más. Me expresó que cuando tuviera los planos me los iba a dar para que le hiciera un presupuesto y así fue; a los tres días me los dio y el 19 de abril de 1980 me aceptó el presupuesto. Hacía 22 años que quería construirla, buscó arquitectos, albañiles pero nadie se animaba a encarar la obra”, relató.
Peresón, que desde hace varios años “abandonó” la construcción para dedicarse sólo a la gastronomía, aún recuerda con emoción aquellos tiempos. “A los pocos días me avisó que se iba a Córdoba por 15 días y me dejó el teléfono, finalmente no lo llamé y a la semana no aguantó más y volvió; la casa estaba hasta el nivel de cerecita, la obra estaba cerrada para que nadie la viera, y cuando la vio me abrazó y se puso a llorar. Todos estos recuerdos los llevo muy adentro, porque era pibe y que un hombre grande tenga ese gesto es inolvidable. Y me dijo: ‘La Casa Auto ya está’, aunque faltaba mucho”.
En la continuidad de sus añoranzas, Peresón manifestó: “Nos llevó cuatro meses y medio terminarla, trabajábamos entre 18 y 19 horas diarias junto a dos ayudantes, tuvimos que hacer un molde de madera para las ruedas porque tenían que quedar idénticas. Toda la casa fue difícil, pasé noches sin dormir, a medida que íbamos avanzando nos encontrábamos con problemas y había que solucionarlos, en esa época no estaban las herramientas que existen actualmente, para cortar un hierro teníamos una sierra, pero se pudo lograr”.
Ninona vivió en esta casa ubicada en el kilometro 256 de la ruta nacional 8 durante un año y cedió su terraza a las radios para que pudieran transmitir la Vuelta de Pergamio.
Actualmente hace las veces de casa quinta familiar , es un verdadero hallazgo arquitectónico a punto tal que fue destacada entre las diez casas más originales del mundo por el programa Home & Garden Television
Héctor Ninona, hijo de un apasionado de los “fierros”, don Arcadio Ninona, tuvo en su padre al hincha número uno, que no se fijó en entregar lo mejor para que “Quique” pudiera participar en el Turismo Carretera que por esa época era pasión de multitudes en la lucha entre Ford y Chevrolet.
Comenzó la actividad en el motociclismo, que para los entendidos es la escuela para llegar a ser un buen piloto por la necesidad de tener los reflejos al máximo.
El pergaminense corrió con un Ford, llegando además a destacarse en los grandes premios de Turismo, en la categoría menor, al comando de un Isard, con el que deslumbró en la montaña y según sus auxilios, él andaba más fuerte que su máquina
La oportunidad de correr en TC llegó el 4 de mayo de 1958 en la Vuelta de Río IV, donde con una coupé que había sido de Dante Trotta logró un valioso octavo lugar que lo colocó entre los pilotos con mayores posibilidades de éxito, pero siempre y cuando el aspecto económico lo posibilitara.
Llegó el Gran Premio , con mucho esfuerzo, junto a Ovidio Tintorelli y una barra de amigos y colaboradores del taller, armaron la cupé Ford, luciendo en sus puertas el Nº 45.
La largada se hizo desde el Automóvil Club Argentino para buscar la ciudad de Córdoba, donde al cabo de mil kilómetros y superando algunos problemas mecánicos, llegó en decimotercer lugar.
En cada etapa Ninona fue protagonista, estaba en parciales ocupando lugares entre el quinto y octavo lugar, quedando sexto en la llegada a San Juan.
Fueron cubriéndose las etapas, siempre como uno de los grandes animadores, tal vez lejos de Juan Gálvez, por entonces inalcanzable para la gran mayoría.
El último parcial fue Bahía Blanca-Buenos Aires, totalizando 5.500 kilómetros, donde Juan Gálvez se consagraría ganador, escoltado por -leer bien- Marcos Ciani, Oscar Gálvez , Angel T. Rienzi y Héctor Arcadio Ninona, el novato que debutaba en un Gran Premio.
Sexto resultó Domingo Candela separado por 34 minutos del Ford número 45.
Según lo que explicó la revista El Gráfico en su edición del 18 de diciembre de 1958 “fue un Gran Premio excitante, una carrera que mantuvo la atención de todos durante nueve días en forma ininterrumpida. Muchos fueron los dramas a lo largo de la ruta, muchos los sinsabores, pero numerosas las satisfacciones. Fue un Gran Premio que entrará en la historia como uno de los más brillantes que se hayan disputado en las rutas de nuestra tierra”.
Los que siguieron la campaña de “Quique” Ninona no olvidan el segundo puesto en la Vuelta de Villa Carlos Paz de 1959, trazados muy difíciles, nada que ver con la actualidad, donde no todos los pilotos lograban adaptarse.
Ninona demostró más allá de un excelente manejo en la montaña, otras condiciones para tan destacada labor. “En la noche del sábado previo a la Vuelta, estuvimos con Jesús Ricardo Iglesias en el hotel, tomando un café junto a mi padre.El ‘Gallego’ había viajado a Córdoba para estar a nuestro lado.
En un determinado momento le dijo a mi padre: ‘mañana va a llover, ¿ustedes trajeron cubiertas especiales?’ La respuesta fue un no rotundo. Iglesias reaccionó de inmediato: ‘Entonces vamos hasta el auto y le hacemos un dibujo a las gomas’. “Estuvieron hasta las dos de la mañana y el domingo lo que Iglesias anticipó se cumplió y con ese dibujo en las cubiertas el auto fue un violín”.
Ganó Juan Gálvez, segundo Héctor Ninona y tercero Rodolfo de Alzaga, el rey de la montaña.
Carlos Paz 1961 |
Esto sucedió en 1963 luego de correr la vuelta de Pergamino y cumpliendo 63 presentaciones en la categoría.
Arrecifes 31 de Mayo de 1959. Hector Ninona, al cumplir el primer giro se incendio el auto. No funciono el extintor, recurrieron a un balde de agua. |
El dia del debut en RIO CUARTO de 1958 - acompañado de MIGUEL CARLOS FARRE |
Vuelta Córdoba-Carlos Paz 1959 |
Vuelta de Santa Fe el 19/04/59 |
EL PERGAMINENSE HECTOR ARCADIO NINONA en HUGHES del 60. |
El martes 7 de septiembre de 2010 , en una sesión especial, el Concejo Deliberante de Pergamino le rindió un especial tributo a Héctor Arcadio “Quique” Ninona, por su trayectoria deportiva en el automovilismo.
El acto comenzó cuando la secretaria del cuerpo María Delia Laguía leyó el expediente presentado por Argentino Regueira solicitando se lo declare a Ninona “Ciudadano Ilustre”.
En la séptima sesión ordinaria de este año, celebrada el día 13 de agosto, se aprobó por unanimidad una Resolución declarando “Deportista Sobresaliente” al ex automovilista. De este modo se convocó a una sesión especial para realizar el correspondiente homenaje.
En el decreto de homenaje dice : Ninona comienza su carrera deportiva a los 14 años disputando alrededor de treinta competencias en moto imponiéndose en diez de ellas. A los 22 años de edad comenzó su trayectoria en carreras automovilísticas, debutando en el Turismo Carretera en la Vuelta de Río Cuarto disputada el 4 de mayo de 1958, donde obtuvo el octavo puesto y una mención especial por haber asistido a un competidor accidentado, demostrando desde sus inicios la solidaridad para con sus compañeros, que lo seguirá poniendo de manifiesto a lo largo de toda su campaña deportiva. Que ese mismo año (desde el 6 al 14 de diciembre de 1958) participa en el Gran Premio Argentino de Carretera, con un recorrido total de 5.491 kilómetros, donde obtuvo el quinto lugar. Que en 1959 tuvo muy buenas actuaciones, destacándose la obtención de un segundo puesto en una de las carreras. Compitió en la categoría Standard, en el año 1962. Corrió el Gran Premio con un Isard Royal 700 estando puntero al finalizar la tercera etapa. En la cuarta etapa fue protagonista de un accidente al chocar con una piedra desprendida de la montaña y depositada en medio del camino que no pudo esquivar.
Compitió en Turismo Carretera hasta el año 1963 siendo su última carrera la “Vuelta de Santa Fe” el 12 de mayo de 1963, corrida en el barro. Este mismo año corrió el “Gran Premio Standard” con un Siam Di Tella Taxi. En 1966 se despidió del automovilismo corriendo el Gran Premio Internacional de Turismo con un Fiat 1500, carrera que terminara en Pergamino obteniendo el cuarto puesto en la general de su categoría, siendo el mejor auto particular.
Ninona disputo sesenta y tres carreras utilizando automóviles de distintas marcas. En el año 2003, ya retirado, realizó su última “travesura” automovilística compitiendo con un Fiat 1500 en el Primer Gran Premio Argentino Histórico, recordando los momentos pasados en esos caminos cuando los recorría a plena velocidad.
Luego de la entrega de la resolución y de un diploma recordatorio, Ninona dijo: “La verdad es que estoy muy emocionado. Acá estoy en nuestra casa del pueblo, tan hermosa. Y quiero agradecerle al Honorable Concejo Deliberante de mi querida ciudad de Pergamino. Les estoy muy agradecido a todos. Poco o mucho, lo que he hecho siempre fue con el corazón. Y con el corazón también los que me ayudaron. Fueron gente humilde, honesta y trabajadora, que dejaron su trabajo para venir a darme una mano, lo hacían con todo el corazón. Créanme. Para que yo pudiera correr las carreras, mi padre, mi familia, m apoyaron siempre, el periodismo; muchos de ustedes o a lo mejor familiares de ustedes que me ayudaron, sinceramente, creo yo que me ocurrió algo muy lindo en mi vida deportiva entre todos los amigos y mi pueblo que me ayudaban. Los clubes que me apoyaban porque sinceramente era así. Y lo lindo de esos grandes premios es que cuando se largaban, pasar por mi ciudad era una cosa muy hermosa, y tuve el privilegio y la suerte de correr con esos grandes del Turismo Carretera que fueron grandes señores. Siempre me dieron un buen consejo, tuve mucha suerte. Tan grande era la inscripción de Pergamino que no entraba en mi auto, las letras me abarcaban todo el frente, era la emoción mía, Pergamino. Si ustedes vieran, andando, lejos de acá, de mi querida ciudad y de mi querido pueblo, El Socorro, encontraba gente por allá por Catamarca, Tucumán, Salta; la verdad que era el más jovencito que andaba, y muchas veces he escuchado: mira Pergamino. Pergamino en el auto de este. La Perla del Norte de la Provincia de Buenos Aires. Se lo juro señores que me agarraba la piel de gallina, se me caían las lágrimas. Me han ocurrido tantas cosas lindas, en Salta por ejemplo, donde llegué muy bien gracias a Dios, una carrera muy dura, una etapa de 1.200 kilómetros lloviendo; encontrarme en el parque cerrado que era en una cancha de fútbol y ahí había dos pergaminenses sentados en cada pilar. A lo mejor es una cosa muy simple, pero fue tan extraordinario, una cosa que me dio una fuerza porque tenía algo de mi Pueblo que me estaba esperando."
“El deporte que practiqué siempre le puse lo mejor que tenía, tanto mi familia como nosotros lo hicimos con mucho orgullo. La verdad porque estábamos corriendo con la ayuda de toda esa gente. Yo tenía que defender todo eso así que creo que lo hice bastante bien con la ayuda de todo mi Pergamino. Y le quiero dar las gracias a todos ustedes, una persona grande como yo, se emociona un poco pero es una cosa muy linda lo que me ha ocurrido. Con la ayuda de todos ustedes, mi Pergamino querido, no me lo voy a olvidar nunca, hasta que me muera”.